jueves, 24 de marzo de 2011

"La historia de Abigail Pherson" Fragmento Cap. 1

El director, el Sr. Roger Jones, era un hombre afable, de aspecto formal y refinado, tenía acento irlandés, no era muy alto (se fijo Abbey), y su cabello era de un tono caoba muy rojizo y brillante.
Un leprechaum -pensó ella.
Solo le faltaba un sombrerete con un trébol de cuatro hojas...
Durante un buen rato, Roger se dedicó a conversar con la niña, que en realidad no habló nada en absoluto, ya que consternada por la perdida de su familia, solo respondía mediante gestos.
Al verse en tal situación, el director decidió tratarla como lo que era, una niña de seis años.
Le contó una historia sobre el orfanato, una historia llena de fantasía, de magia, de esperanza y diversión.
Los ojos de Abbey brillaban de tal modo que bien podría haber estado a punto de llorar.
Durante un breve momento, una enorme sensación de felicidad la inundó, llenando cada parte de su diminuto ser, vacío de sentimientos.


Desde ese mismo momento, supo que esa historia era suya... era única, y suya.
Pues sabía perfectamente que nadie podría entenderla como ella lo hacía, y mucho menos sentirla. Sentir la magia que aquel lugar escondía en sus mohosas paredes, techos y suelos.
Por eso y mucho más, esa historia, era suya.











Esta es la historia de Abigail Pherson.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Omega Scorpiids


*Autor: Mi nombre es Paula, pero todo el mundo me llama Pau*

*Blog: Omega Scorpiids *http://omegascorpiids.blogspot.com/
*País: España*
*¿Por qué ese nombre y plantilla para el blog?: Pues el nombre le viene
porque yo nací el 15 de noviembre, por lo tanto soy escorpio, y omega
scorpiids tiene mucho que ver con mi signo*
*¿Y por qué ese nick?:*
*¿Te inspiras en algo/alguien o con algo/alguien?: Me inspiro con todos eso
pequeños detalles que se suelen pasar por alto si no se presta atención*
*¿Sobre qué es lo que más te gusta escribir?: Sobre fantasía, romance, y
cosas que me revolotean por la cabeza :) *
*¿Por qué escribes?: Porque me hace sentir bien, o más o menos bien, me
desahogo y expreso mi creatividad y mi imaginación escribiendo...*
*¿Tus autores preferidos?: Emily Brontë, Charlotte Brontë, Edgar Alan Poe,
Agatha Christie, G. A. Bécquer, Cassandra Clare, Stephenie Meyer, y
muuuuuchos más... *
*¿Cómo te describirías (de forma un poco poética)? Pues... soy una chica
de dieciséis años, que adora la música, la danza, la pintura, la fotografía,
la escritura, la lectura... adoro todo lo que me pueda servir para expresar
mi creatividad... desde pequeña, en lugar de pedir muñecas y juguetes por
navidad, pedía caaajas y cajas de colores, cajones enteros llenos de ceras,
lápices, rotuladores... mi madre cada noche me leía o contaba una historia,
y siempre me dicen que vivo en las nubes, porque me despisto con nada, y me
quedo mirando algún sitio sin ver realmente nada... :) así soy yo más o menos...*

viernes, 18 de marzo de 2011



Tengo un animal curioso mitad gatito,
mitad cordero. Es una herencia de mi padre.
En mi poder se ha desarrollado del todo;
antes era más cordero que gato.
Ahora es mitad y mitad.
Franz Kafka/ El híbrido.


***
Al gato negro le gusta meterse en las bibliotecas por la noche, se coloca en los estantes de libros, con ligeros garrazos tumba dos o tres libros. Hace unos días leyó toda la sección de Artes y Humanidades, pero hoy el gato encontró algo mejor que hacer. Descubrió que leyendo sin pauta y respirando profundo, podía ingresar a otras realidades, moverse en el espacio y tiempo, también éste gato fanfarrón aprendió que puede hablar con la mente, que en el mundo de los libros sus limitaciones corporales no son nada.
Leyendo un libro de Lewis Carroll intentó evaporarse y lo logró en su realidad.
El gato estaba feliz, su nueva condición le incitaba a volver todas las noches a la biblioteca, al cabo de unas semanas se olvidó de la tierra, de su realidad.
Durante el día, fuera de la biblioteca, el gato la pasaba tumbado en la acera con la panza hacia arriba, los otros gatos lo invitaban a buscar comida en la basura pero el gato les dijo que ayunar agilizaba la mente y el intelecto. Todos lo juzgaban loco, pero lo dejaban ser.
Un día andaba recorriendo los confines de Tracia, otro por ahí en la selva maya, el gato se había vuelto un singular lector. A veces discutía con varios ratones de bibliotecas sobre ese estúpido estereotipo del gato y el ratón, otros se ponía a perserguirlos (a los ratones) bromeando. [...]

jueves, 17 de marzo de 2011


-Sabes, me he inventado una cosa
-Dime
-Buenas noches, que duermas bien, que sueñes con los angelitos y conmigo también.
-Está bien, pero el final no tiene sentido
-Y yo que creía que lo tenía bien.
-Está bien, pero lo de "y conmigo también" sobra.
-Pues si tu no quieres soñar conmigo vale, no creía ser tan fea.

-Solo digo que si dices que sueñe con los angelitos se entiende que soñaré contigo.

Dialogo sacado de www.some-tears.blogspot.com

miércoles, 9 de marzo de 2011

Bitácora de un capitán

Autor: Juan Manuel Ramos
Blog: www.bitacoradeuncapitan.blogspot.com
País: Argentina

¿Por qué ese nombre y plantilla para el blog?:

La vida es un viaje, y tomé de ejemplo para la mía: un barco partiendo hacia alta mar, a la deriva de cualquier fenómeno, solo, apartado del resto del mundo, el cual sigue girando sin detenerse, aun, si quedo en medio de la nada misma.

Este viaje que la vida nos hace dar, esta a cargo nuestro, con los tripulantes que son aquellos que están a nuestro alrededor, acompañándonos en cada momento, en cada situación; y cada uno es el capitán de su nave, siempre y cuando sepa imaginarla, aquel que no, simplemente es una ola en el mar, que nos lleva, nos trae, nos maneja a su gusto, pero nuestras naves suelen ser mas fuertes para que las tempestades azoten sin dañarla y podamos llegar a buen puerto.

Pasan muchas cosas en el viaje, pero lo más importante, es ser consciente que el timón esta en nuestras manos y que cargamos, bajo nuestra responsabilidad a muchos tripulantes.

Buscar un camino en medio de la nada y que no exista, es hallar el valor y la sabiduría de intentar encontrarlo.

La plantilla que tiene el blog, solo fue porque me pareció bastante cómoda para aquel que lo visite.

¿Te inspiras en algo/alguien o con algo/alguien?:
Creo que lo que vivimos todos los dias nos hace inspirar. Que la musa es el estar despierto para ver que sucede en nuestro mundo, en nuestro viaje.
Y que necesitamos mirar hacia atrás, principalmente, para percatarnos de ciertos fenómenos en el futuro.

¿Sobre qué es lo que más te gusta escribir?:
Los poemas que escribo o cuentos, salen de la nada, no es que tengo algo en mente y lo plasmo en una hoja... solo empiezo a escribir una palabra y van surgiendo otras.
Los escritos que mas me gustan leer, mios, son los cuentos... porque uno vuela, imagina, y va escribiendo pensando de que manera lo tomara el lector y si las palabras que se expresan en ese escrito son buenas para que el lector tambien pueda "volar", imaginar, escaparse un ratito del mundo real.

¿Por qué escribes?:
Escribo desde chico, siempre fue para desahogarme a mi mismo ya que siempre fui muy callado con mis sentimientos.
Hoy lo hago por amor a las letras y me siento en responsabilidad de que el lector pueda dejar esta realidad por unos minutos y disfrutar de un escrito.

¿Tus autores preferidos?:
Poldy Bird. (Escritora Argentina)
Julio Cortázar, entre ots.

¿Cómo te describirías (de forma un poco poética)?
Un angel, un demonio.
Una palabra, un grito en silencio.
Solo un ser, parado frente a un abismo, luchando a diario por no dar ese paso.
La mirada de un ciego, la voz de un mudo, el sonido del viento.
La rutina monótona, la libertad presa, la sonrisa muerta.
Una persona que recibio las cachetadas de la vida...
pero tambien los abrazos.
Solo soy, eso mismo, y quiero ser... solo ser.

Otros blogs:
Poemas y cuentos recitados por mi. Audios.

Blog donde subo por semana escritos de grandes escritores famosos.

Blog de premios y reconocimientos que amigos y compañeros hacen hacia el blog.

Este blog solo es para publicitar mi libro (que salió a la luz en noviembre pasado)

martes, 8 de marzo de 2011

Te extraño...

Te extraño cuando aparecen las cucarachas en el baño. Te extraño cuando persigo a las polillas por la sala. Extraño la baladita de Luis Miguel que sonaba antes que contestes el celular. Extraño cuando escribías furibunda los mensajes de texto a mis enemigos públicos y cuando negociabas mi precio con mis clientes. Extraño los viernes. Pero más extraño los domingos por las tardes, en el sofá. Extraño salir de las salas del cine poco antes que se termine la película para alcanzar entrar a otra sala sin pagar. Extraño comprar dos boletos para el cine. Extraño que me obligues a comprar ropa y a cortarme el cabello. Extraño que me enseñes las imposibles diferencias entre los colores: el rojo bermejo y el rojo inglés, el amarillo tierra y el anaranjado mojado. Extraño que te burles de mi presumible daltonismo. Extraño que me regales libros originales, pero más extraño leer libros originales que tú me hayas regalado. Extraño que leas excitada lo que escribo y que termines gimoteando porque sentías que relataba los eventos más oscuros de nuestra historia. Pero más extraño cuando reparabas los manuscritos con cinta adhesiva que rompía rabioso y, creyéndolos inservibles y horrorosos, los aventaba al tacho de basura. Extraño escribir en tu piel, sobre tus hombros, en tu espalda, algunos versos de Neruda y Bécquer.
Te extraño cuando anochece. Te extraño cuando anochece y reparo que no hay nadie que prenda los focos. Extraño cuando comías contenta mi causa rellena, y cuando le echabas sal y limón a las ensaladas. Extraño la sal y el limón en la sopa. Pero más extraño el pollo frito, tu especialidad, con arroz y papas fritas. Extraño el zumo de uva que traías de la universidad.
Te extraño cuando no sale agua de los caños, cuando me cortan la luz, cuando me cobran la renta, y caigo en la cuenta que soy demasiado inútil para vivir solo. Extraño que pelees por el pasaje en los autobuses, y que increpes a los cobradores diciéndoles, según tú, unas cuantas sus verdades. Extraño que digas “china” cuando te refieres a cincuenta céntimos o “luca” al nuevo sol. Y cuando apostamos cinco soles cada vez que juega Alianza Lima. Extraño cuando no me pagabas con dinero.
Te extraño cuando me hablan en inglés por el Skype y, en la desesperación, atino a decir: Could you please repeat slowly? Extraño que cantes en inglés, que hables spanglish. Extraño que me grites cada vez que me equivoco, porque después te arrepientes y compramos algo para engordar. Extraño engordar con pizza, con anticuchos. Pero más extraño comprar caramelitos y que me los pases chupados en un beso. Te extraño cuando tengo ganas de discutir, cuando me tratan mal y rebajan mi prosa en las mesas redondas, y cuando me mandan a volver a escribir un artículo que nunca llevará mi nombre (porque me pagan para eso, para no existir). Extraño dormir antes de las cuatro de la mañana sin tomar pastillas. Extraño tomar desayuno. Te extraño cuando leo el periódico en silencio, cuando resuelvo el crucigrama, cuando organizabas mis horas de ocio y trabajo.
Te extraño cuando, con las manos, aplastabas a las hormigas que venían a robarnos el almuerzo. Te extraño. No quiero seguir así: intentando pisar esta cucaracha del baño que no se quiere ir, que, ciertamente, es más valiente que yo.
__________
Anthony Yupanqui Lorenzo
Negro literario

sábado, 5 de marzo de 2011

Jóvenes escritores...

A la comunidad de jóvenes escritores.

Estimados escribidores,
Conviene que les salude sin eufemismos, con miedo a ser criticado, con palabras exactas que no se leean mal -y, si acaso el talento me alcanza:- no aburran.
Contadas son las veces que me aproximo a la comunidad a leer las entradas que suelen publicarse cada cierto tiempo. Cada vez que encuentro algo, me alegro y leo con entusiasmo. También son pocas -pero son- los momentos cuando me divierto leyendo sus blogs, muchos sanguinarios y macabros, algunos tristes, otros vulgares... En fin, este blog me ha permitido acercarme a una realidad de la literatura contemporánea que no había conocido como Negro literario y mis enrevesadas lecturas de afamados escritores.
Les animo a seguir escribiendo, a no desfallecer en el tortuoso camino del incomprendido urdidor de ficciones. Pero, sobre todo, a mejorar día a día, leyendo tercamente, permaneciendo aunque los cielos se desplomen. Go ahead, my friends!
Un abrazo.

Anthony Yupanqui Lorenzo
Blog: http://www.anthonyyl.blogspot.com/
anthony.192@gmail.com

viernes, 4 de marzo de 2011


"

Para la mejor amiga

No quiero que pienses que te he fallado, tampoco quiero que pienses que esto es solo una broma. Ani, me voy, y no estoy muy triste, no puedo decir que me arrepiento, hago el bien ¿recuerdas lo que me decías cuando no estudiaba? Así no vas a llegar a nada. Pues he llegado, no soy una fracasada, salvar a la gente es lo mas bonito del mundo y mas cuando es la gente por la que puedes llegar a morir.

La gente miente, nada cambia, todo lo que sube baja, el mundo es el mismo, y no creo que cambie nunca, somos la gente la que cambia, y sinceramente yo no quiero que tu llegues a cambiar, no quiero que cambie nada en ti, ni siquiera el aspecto, porque así cuando te vea por la calle recordaré a la misma amiga que me enseño que foreign no significaba forense aunque a mi me sonara así, quiero que nunca se me olviden los momentos de locura, cuando hacíamos novillos y nos íbamos a paso de trenes a andar por las redes. Aunque tu creas que yo no estaré allí para ayudarte , quiero que no pienses así, quiero que sepas que no tengas miedo de caerte, porque mi mano siempre estará allí para que te ayude a levantar. La gente dice que no todo es para siempre, eso lo hacen porque nunca lo han querido de verdad. ¿Recuerdas nuestra frase?

NO DESDE SIEMPRE PERO SI PARA SIEMPRE decíamos eso, y te prometo que siempre recordaré esa frase, todos los días de mi vida. No quiero que te enfades conmigo, porque me haya ido, con el tiempo comprenderas todo, y ... puedes hacerle caso a Yago algunas veces, no es tan mala persona como parece, aunque mate sin pestañear, y tampoco quiero que te enfades conmigo porque te haya mentido, el otro dia, te mentí sobre Yago, fui la única que le recordaba, solo intenta protegerte de algo que en realidad ni el sabe realmente que es, no te estoy pidiendo que le hagas caso siempre, ya que así terminarás como el. Intenta comprenderle, ya se que es difícil, pero puedes hacer que vuelva a ser como era antes, hace ya mucho de eso, pero tengo algo de esperanza, ah y no todo lo que tu piensas sobre lo sobrenatural es cierta, quiero que creas en el, porque gracias a eso, te he conocido y no me arrepiento, pero yo tengo que seguir siendo amiga de mas gente, siendo tan alocada, reírme de Julio, le voy a echar de menos.

Despidete por mi de tu padre, Julio, Liam, Naiara, Ezra ( hace mucho que no le veo) Piti y a todos que tu creas necesario. Yago te explicara todo . . . si quiere.

Te quiero, Ani, y espero que te sigan llamando así, haz lo que quieras, si a ti te gusta mas Ainoha que te llamen así, pero no olvides lo que te llamaban desde el día que me conociste Ani.Te echaré de menos.

para saber sobre la historia Click

DOS AÑOS DESPUES

Dos años después

Dos años después, llego el momento de volverte a ver. Aquella historia que quedo en el tiempo, aquella a la cual ninguno de los dos le dio un final que hoy recordemos, ni motivos justos para terminar. Después de ese tiempo, vos con tu vida y yo la mía, la que todos conocen, Vuelvo a verte con el miedo de que aparezcan aquellas sensaciones que tenia, ese miedo que me hizo escapar de vos.

Dos años después debo armar mi maleta para llevarte aquellos papeles que debes firmar para terminar mi proyecto, dándome tu autorización. La turbación a que me digas que “no”, poniendo sobre la mesa, al lado del papel, todo tu orgullo, las ganas o las dudas de mirarte y sonreírte, como cada vez que una discusión nos atormentaba.

Las cosas hoy no son las mismas que ayer, cuando compartíamos los días, las horas, los meses. Ese tiempo puntual, ese numero del mes, ese que esperábamos festejar juntos, la fecha que nos recordaba el comienzo de nuestro amorío. Y mientras pienso en todas esas cosas que alguna vez, no hace tanto, me hicieron feliz, o quizás, me atrevo a decir que “nos hicieron felices”, un soplo del “hoy” me hace reaccionar y ahí recuerdo que a centímetros de mi, el presente duerme en mi misma cama, que es ese presente mi apoyo, con quien hago el amor, a quien le hago la cena, el almuerzo, con quien tomo mates, -que por cierto a veces le producen malestar y me pide que no caliente tanto el agua-. Ese presente es mi hombre, es mi rey, es mi motivo de ser “yo”. Pero ese presente que me motiva, que me hace convertir en alguien, no significa que no lo fuiste vos; allá, en aquel tiempo de brisa de campo, de ese sembrado donde los fines de semana me llevabas en bicicleta, como a un niño, aquellas canciones que escuchábamos mientras tomábamos gaseosa y algunas facturas que comprábamos de camino. Divido mi ser en tres partes: El pasado (que fuiste vos), ese que es necesario estudiarlo, cual historiador, para poder percatarse de ciertos fenómenos que sucederán en el futuro, que es hoy, mi presente, ese hombre, ese ser, ese espíritu, sus sentimientos. Y mi futuro, que no se como será, ni quisiera tampoco… mejor tomo el sabor de cada momento, degustando cada sensación y marcando cada huella, bien firme, aunque a veces el recuerdo del “pasado” me haga trastabillar.

Volviendo al tema por el cual empecé a escribir este montón de letras que no me significan nada, mas que una forma de desahogar el miedo que tengo por volver a ver tu cara, quizás me inunde en lágrimas o tal vez sea lo mas prudente… creo saber que sucederá: me transpiraran las manos (¡uh! Recordé aquellos días cuando te conocía, cuando solía sentir ese nerviosismo corriendo por mis venas), quizás mi mirada desorientada, como cuando solíamos discutir y no quería mirarte porque tenia mis ojos llenos de… no importa, por algo era, no recuerdo… no quiero recordar. Presiento que bajare la cabeza evitando algún contacto visual, algo que te demuestre que… nunca fuiste, que tal vez… aun eres.

“La vida sigue, la vida no se termina con el”… solo los sueños.

Alguien me reconocerá al bajar de mi auto y vendrá al abrir la puerta de tu casa para saludarme o quizás, avisarme que estás en ella y que no es lo mejor que yo este ahí. Alguien con quien he hablado horas y horas de vos, como intentando conocerte por otro lado. Alguien que estaba cuando le necesitaba. Alguien a quien nunca valoraste como persona ni como el vínculo que existe entre ustedes.
Entraré. Vos en tu habitación, aislado del resto, quizás porque “nunca te entendieron”. Una voz pronunciara tu nombre al cual responderás con un grito de “¡¿qué?!”. Abrirás esa puerta que divide tu mundo del real y levantaras tu mirada. “¿Qué hace él acá?”, preguntarás. Yo te mirare, con un poco de trémulo tartamudeare algunas palabras sin sentido tratando de explicar el motivo de mi visita. Te quedaras a una distancia importante de mi posición. El resto de la gente se alejara, se ira a otro lado donde puedan dejarnos solos para hablar. 

Se que detrás de tu mirada llena de odio, de rencor, vestido con tu orgullo, tu engreimiento… aún sientes algo por mi.
Me sonreirás repentinamente. No entenderé si es una reacción burlesca o solo tienes la necesidad de hacerlo.
Firmaras los papeles que necesito. Te diré “gracias” y apuntare hacia la puerta para irme. 


Y algo se convierte realidad…


Estoy a punto de abrir la puerta. Me pones tu mano delante, impidiendo que lo haga. “¿Qué pasó?” pregunto con un poco de temor a tu respuesta. “Hablemos” me pides con un tono punzante a mis emociones. No fui preparado para ello, solo iba a que me hagas un garabato en un papel, autorizándome a contar nuestra historia. Te digo que estoy con muy poco tiempo, es mas, atrasado con mis cosas, que debo regresar a mi ciudad y que estoy llegando tarde. Me pides solo unos minutos y… acepto. 

Me conduces a tu habitación, lugar donde podríamos conversar tranquilos. Paso al cuarto, detrás de mí cierras la puerta. Me tomas del brazo, de un modo grosero. Me doy vuelta y me sonríes. La comisura de tus labios se ensancha y te acercas a mi rostro. Suelto mi brazo de tu mano que lo aprieta muy fuerte y te pongo mi otra mano sobre tu pecho intentando quitarte de encima, con un poco de miedo. Me agarras ambos brazos, los quitas de adelante y me intentas besar. Corro mis labios a un costado y te pregunto “¡¿Qué haces?!”, a lo que respondes con una mueca, sin respuesta, a otra vez besarme. Me acaricias el rostro, el pelo. Me besas apasionadamente. Te beso desenfrenadamente, mas allá de que no debía hacerlo por respeto a quien estaba conmigo, por respeto a mi mismo.

Me vuelven ciertos momentos a la memoria, momentos donde estábamos solo vos y yo, nadie mas. Momento donde prometíamos ilusiones, donde sentíamos algo que nos hacia únicos, que… ¡¿Qué dijiste?! “¡Pará!, ¿vos me estas tomando el pelo? ¿Estás jugando conmigo?” ¿Cómo pudo decirme que “aún me ama”? 

Al mirarlo de frente, al retirar mis labios, levanto su rostro para que me conteste, sus ojos estaban colorados, sus pupilas nubladas, y sus labios temblando. Conocía aquel momento. Al levantar mi ceja, -del modo que lo hago cuando no entiendo algo- una lagrima empieza a recorrer su mejilla, una lagrima que me deja enmudecido. 

¿Dónde quedó su enojo, su furia, su hombría? En ese momento era ese “pasado” que alguna vez había conocido. Era ese ser con sentimientos, con miedos, enojos, alegrías y tristezas. Era ese ser que tenia alma, no que las robaba. Era ese hombre frágil y sus lágrimas duras como el acero. Era a quien yo amé alguna vez, a quien nunca pude olvidar.
Me pidió un abrazo. Sentí su pecho contra el mío y mi corazón latía sin cesar, como pidiendo una explicación, porque al igual que yo -seguro- estaba confundido.
Le dije que me iba, que ya no podía permanecer más allí. Rogó y rogó que me quedara, solo unos minutos más, pero quise irme. Al tomar los papeles que había llevado para que el me firmara, los cuales había dejado encima de la cama, decido salir. 

Una lágrima cae sobre las hojas, como respondiendo a su duda que minutos antes me había planteado: si alguna vez le deje de amar. Esa lagrima queda en el puño de mi pulóver. Le doy un beso en la mejilla y salgo. Abro la puerta de calle y voy a mi auto. Subo. Una vez ahí, arranco de modo urgente y parto. Una cuadra más allá, de la casa de él, paro a una orilla sin quitar la marcha.

Llore… lloraba… lloro.

Dos minutos más tarde subo a la autopista que me llevaba de regreso a mi ciudad. En mi auto, su perfume en mi ropa, sus besos en mis labios, su tacto en mi piel.

Deje aun, sin cerrar ese capitulo. Deje ese libro sin terminar.
¿Alguien me puede despertar en un rato?

Me llevo el recuerdo de ese ser… aunque sean… dos años después.



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