jueves, 6 de enero de 2011
Palmeras de Chocolate
Ella iba pensando en sus cosas a la vez que se pasaba la mano por el pelo, No, mejor dicho, ella iba pensando en él mientras se pasaba la mano por el pelo. Siempre hacía ese mismo gesto cuando su cara pasaba por sus pensamientos. Había quedado en el centro con sus amigos, pero ¿y si se lo encontraba? Se miró y pensó que iba normal. Como siempre. “Como siempre” pensó “Eso es lo que pasa, ese es el problema. Debería hacerme algún cambio”. Se paró enfrente de un escaparate y miró su reflejo. Su pelo caía sin ninguna gracia y la camisa que llevaba era demasiado seria. “Si me desabrochara otro botón más…” Lo hizo y vio que era demasiado escote para ella. “Si me recogiera el pelo de alguna forma…” Probó con una coleta, con dos, con un moño medio hecho… pero ninguno le gustaba. Sacudió su pelo, le dio un poco de volumen y sonrió al espejo. “Casi perfecta” se dijo. Se dio la vuelta y de repente chocó con alguien. Iba a pedir perdón cuando descubrió quién era. “¡Oh no, mierda! ¿Por qué me tiene que pasar a mí? Tiene que ser una broma… El destino se burla de mí”
-¿Qué? ¿Admirando tu belleza en los escaparates?- dijo él con una media sonrisa que la mataba internamente. Se controló, puso su cara fría e inexpresiva y se dispuso a contestarle.
-¿Quién te ha dicho que me estaba mirando? Estaba viendo…-miró al escaparate y vio que era una pastelería.-… ¡los pasteles! Y las palmeras de chocolate… me encantan.- “¡Oh Dios mío, parezco una imbécil!”
-Venga ya… Te he visto mirando lo guapa que eres.
-¿Quién te he dicho que yo crea que soy guapa? Es más ¿quién lo piensa?- dijo levantando una ceja y poniendo una mano en la cadera.
-Pues ahora mismo…-empezó a decir con un brillo en los ojos, pero se calló.
-¿Ahora mismo qué?
-Nada.
-Dímelo- dijo acercándose a él con mirada asesina -¿Qué pasa?
Él se mordió el labio y miró un segundo al suelo. Cuando levantó la mirada, su expresión era de seguridad.
-Ahora mismo estás mona. Con esa pose...
Ella se alejó un paso de él impresionada.
-¿En s…? Quiero decir… Creo que se te han olvidado las lentillas.
-Si no las llevara diría que acabo de ver al yeti mirándose en el escaparate.- dijo con una sonrisa dulce y pícara a la vez.- Pero no es así.
Ella se sonrojó y miró al suelo “¡¡Oh Dios!! Esto NO me está pasando a MÍ.”
-Te invito a unas palmeras. A mí también me encantan.-dijo él.
Ella estuvo a punto de negar, pero una voz en su cabeza, más espabilada que ella, le dijo “¡Boba, no niegues! Vas a pasar un rato con ÉL. Te va a invitar a unas dulces palmeras de chocolate y encima te ha dicho que estás mona.”
Acalló la voz de su cabeza y entró a la pastelería junto a él.
Sigue leyéndola en laslagrimasperdidas.blogspot.com
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2 comentarios:
mee gusto mucho el capi, me has mantenido entretenida por severales minutos (y eso es mucho dcir)
esperola proxima entrada con ansias (lamento no haber comentado antes :D)
besos!, me dejas en el cbox cuando tengas nueva entrada!
http://wm-lca.blogspot.com
wahaaaa, me gusta la historia. es muy suelta, como natural. A mí nunca me quedan así las historias, triste. -w-
esperaré al siguiente cap *-----*
pd: perdon por no pasarme nunca por aquí. ya no me conecto mucho, pero ya veras de ahora en adelante! ^///^
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