Continuando con la historia del compañero Míkel F. Deltoya.
Había llegado a la estación del metro cuando....sintió repentinamente que una manita sacudía su pierna, primero ignoró su presencia, pero después volteó y se encontró con una pequeñita que le pedía unas monedas. La niña estaba sucia y con la ropa desgastada, sus ojos lucían tristes y su boca, reseca. Él sintió compasión y le dio veinte pesos. Al fin y al cabo, no los utilizaría en el mismo, no tenía con quien compartirlos...no tenía con quien estar.
Elegí el color morado, me gustó la idea...seguí con la historia pero no creé un personaje, sino que seguí con el relato que había propuesto Míkel. Al que siga le toca acomodar la historia como le guste porque no deje la historia a continuación. Podríamos considerar esto como un primer capítulo y el escritor que decida integrarse a la historia, podrá empezar con un personaje completamente diferente, una historia paralela o incluso la historia de la pequeña limosnera que aquí mencione.
Mi blog es: http://pensamientoagridulce.blogspot.com/
Anteriormente "Screaming Thoughts"
Ahora: [Never a clean break]
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